Jueves, Junio 10th, 2010

Complicaciones de diferentes técnicas de adenoamigdalectomía

R. Ugarte 10 Jun 2010 | : Adenoamigdalectomía

Gallagher TQ, Wilcox L, McGuire E, Derkay CS. Analyzing factors associated with major complications after adenotonsillectomy in 4776 patients: comparing three tonsillectomy techniques. Otolaryngol Head Neck Surg. 2010 Jun;142(6):886-92.

Objetivo. Comparar las tasas de complicaciones mayores (hemorragia postoperatoria que precise reingreso en quirófano o cauterización de urgencia y deshidratación que precise fluídos intravenosos o reingreso) en una cohorte amplia de niños sometidos a adenoamigdalectomía mediante tres técnicas diferentes.
Métodos. Estudio de casos-controles de niños con edades comprendidas entre 1 y 18 años a los que se les practicó adenoamigdalectomía, amigdalectomía o adenoidectomía mediante microdebridador, ablación fría (coblator) o Bovie durante un periodo de 36 meses.
Resultados. La tasa global de complicaciones fue de 80 de 4.776 (1.7 +/- 0.4% [porcentaje+/- 95% intervalo de confianza]). De los 3.362 pacientes a los que se les practicó adenoamigdalectomía o sólo amigdalectomía, 80 presentaron una complicación (2.3 +/- 0.5%). Las tasas mayores de complicación diferieron según las técnicas quirúrgicas: 34 de 1.235 (2.8 +/- 0.9%) con ablación; 40 de 1.289 (3.1 +/- 0.9%) con electrocauterio; 6 de 824 (0.7 +/- 0.7%) con microdebridador (P < 0.001). Las hemorragias postoperatorias se produjeron en niños mayores (8.5 vs 5.5 años; P < 0.001), mientas que la edad no influyenció en la deshidratación postoperatoria (5.33 vs 5.49 años). El estudio de casos-controles no identificó ningún factor fiable para determinar pacientes a riesgo de complicaciones durante la adenoamigdalectomía. El cirujano no supuso una variable de discusión ni la participación de cirujanos en formación.
Conclusión. En esta experiencia real de una hospital docente quirúrgico en el que se emplean de manera rutinaria tres técnicas diferentes de amigdalectomía por cirujanos y cirujanos en formación, la amigdalectomía intracapsular con microdebridador se asocia con menores tasas de hemorragia postadmigdalectomía y deshidratacion cuando se comparan con la ablación fría (coblation) y la amigdalectomía completa con electrocauterio.

Melatonina endógena y duración del sueño en la infancia

R. Ugarte 10 Jun 2010 | : Melatonina

Diethelm K, Libuda L, Bolzenius K, Griefahn B, Buyken AE, Remer T. Longitudinal Associations between Endogenous Melatonin Production and Reported Sleep Duration from Childhood to Early Adulthood. Horm Res Paediatr. 2010.

Objetivos. Conocer las asociación longitudinal entre la secreción de melatonina y la duración del sueño desde la infancia hasta el comienzo de la vida adulta.
Métodos. En el contexto del estudio Dortmund Nutritional and Anthropometric Longitudinally Designed (DONALD), se midió la secreción de melatonina de 24 horas y el promedio de sueño en la infancia (4< 11 años), adolescencia (11-<16 years) e inicio de la vida adulta (16-19 años) en 52 participantes (23 varones/29 mujeres) de edades comprendidas entre los 4 y 19 años. Se analizaron las asociaciones entre (1) secreción de melatonina y duración del sueño en la infancia (transversal); (2) secreción de melatonina en la infancia y duración del sueño en inicio de vida adulta (prospectivo) y (3) cambios en la secreción de melatoninna y cambios en duración del sueño desde infancia a inicio de edad adulta.
Resultados. La secreción de melatonina se asoció con duración del sueño en la infancia (transversal, 3.5 min/día/10 mug 6-hydroxymelatonin sulfate (6-OHMS)/día, p = 0.009) y tendió a predecir la duración del sueño al inicio de la vida adulta (prospectivo, 9.8 min/día/10 mug 6-OHMS/día, p = 0.09). Un incremento individual en la secreción de melatonina entre infancia y comienzo de la vida adulta se asoció con incremento en la duración del sueño (6.9 min/día/10 mug 6-OHMS/día, p = 0.046). Conclusión. Nuestros datos observacionales sugieren que la producción pineal de melatonina en la infancia se correlaciona con alteraciones en la duración del sueño hasta el comienzo de la vida adulta. No obstante, estas evidencias necesitan ser verificadas en estudios clínicos.