Miércoles, Noviembre 3rd, 2010

Autismo y sueño REM

R. Ugarte 03 Nov 2010 | : Autismo

Buckley AW, Rodriguez AJ, Jennison K, Buckley J, Thurm A, Sato S, Swedo S. Rapid Eye Movement Sleep Percentage in Children With Autism Compared With Children With Developmental Delay and Typical Development. Arch Pediatr Adolesc Med. 2010;164(11):1032-1037. doi:10.1001/archpediatrics.2010.202

Objetivo. Comparar los parámetros polisomnográficos entre tres cohortes: niños con autismo, desarrollo normal y retraso del desarrollo sin autismo.
Métodos. Registro polisomnográfico nocturno acorde a los criterios de la American Academy of Sleep Medicine valorado por un especialista en sueño que desconocía el diagnóstico de los estudios y que se realizaron entre julio de 2006 y septiembre de 2009. Participaron 60 niños con autismo, 15 con desarrollo normal y 13 con retrasao del desarrollo pareados según IQ no verbal para el grupo con autismo, con edades comprendidas entre los 2 y 13 año, seleccionados independientemente de la presencia o ausencia de trastornos del sueño. Se valoró el tiempo total de sueño, latencias NREM y REM y porcentajes de sueño total en estadios 1 y 2, sueño de ondas lentas y sueño REM.
Resultados. No hubo diferencias entre los niños con desarrollo normal versus los que presentaban alteración del desarrollo. Comparando los niños con autisom con los niños sin alteración del desarrollo presentaron disminución del tiempo total de sueño (P = 0.004), mayor porcentaje de sueño de onda lenta (P = 0.001) y mucho menor porcentaje de sueño REM (14.5% vs 22.6%; P <0 .001). La comparación de los niños con autismo con los niños con retraso de desarrollo mostró acortamiento del tiempo total de sueño (P = 0.001), mayor porcentaje de sueño en estadio 1 (P <0 .001), mayor porcentaje de sueño de ondas lentas (P < 0.001) y mucho menos porcentaje de sueño REM (14.5% v 25%; P <0 .001).
Conclusión. Una deficiencia relativa del sueño REM puede indicar una anormalidad en la organización neuronal de niños jóvenes con autismo que no está directamente asociada con discapacidad intelectual intrínseca pero que puede servir como una ventana en las anomalías de los neurotransmisores únicas en esta alteración.

Escasa duración del sueño nocturno en la infancia y obesidad infantil

R. Ugarte 03 Nov 2010 | : Lactante, Niño, Obesidad

Bell JF, Zimmerman FJ. Shortened nighttime sleep duration in early life and subsequent childhood obesity.
Arch Pediatr Adolesc Med, September 1, 2010; 164(9): 840-5.

Objetivo. Probar la asociación entre duración del sueño nocturno y diurno y la obesidad en niños y adolescentes.
Métodos. Estudio prospectivo de cohortes de niños norteamericanos. Participaron niños de 0 a 13 años (n= 1.930) al inicio del estudio (1997). El factor de exposición principal fue la duración corta del sueño (menor del percentil 25 de las valores normalizados de sueño) al inicio. El índice de masa corporal (IMC) al final del seguimiento (2002) fue convertido en z-score específico para para edad y sexo y categorizado en tres elementos (peso normal, sobrepeso y obesidad) empleando los puntos de corte establecidos. Se empleó regresión logística para modelar la clasificación del IMC como un función de sueño acortado diurno y nocturno al inicio y al final del periodo de seguimiento, y se incluyeron como covariantes importantes el status socioeconómico, IMC de los padres y para los niños mayores de 4 años el IMC al inicio.
Resultados. Para los menores de 4 años (0-4 años al inicio), el sueño nocturno cortos se asoció intensamente con riesgo aumentado de sobrepeso u obesidad (odds ratio = 1.80; 95% intervalo de confianza, 1.16-2.80). Para niños mayores (edad 5-13 años), el sueño basal no se asoció con status ponderal subsiguiente, sin embargo, el sueño actual se relacionó inversamente El sueño diurno tuvo poco efecto sobre la obesidad en ambos grupos.
Conclusiones. El sueño de corta duración en la infancia es un factor de riesgo modificable con importantes implicaciones en la prevención y tratamiento de la obesidad. El sueño nocturno insuficiente en los lactantes y preescolares puede ser un factor de riesgo para obesidad. La siesta no parece ser un sustituto del sueño nocturno en términos de prevención de la obesidad.