Lunes, Mayo 9th, 2011

Melatonina y trastornos del espectro autista. Revisión sistemática y meta-análisis

R. Ugarte 09 May 2011 | : Autismo, Melatonina

Rossignol DA, Frye RE. Melatonin in autism spectrum disorders: a systematic review and meta-analysis. Dev Med Child Neurol, April 19, 2011; .

Objetivo. Investigar los hallazgos relacionados con la melatonia en los trastornos del espectro autista (TEA), incluyendo síndrome de Aspeger, síndrome de Rett y trastorno generalizado de desarrollo.
Métodos. Se hizo una búsqueda exhaustiva en bases de datos (PubMed, Google Scholar, CINAHL, EMBASE, Scopus, y ERIC) hasta octubre de 2010. Dos revisores de manera independiente valoraron 35 estudios que cumplían los criterios de inclusión. Se realizó meta-análisis sobre cinco estudios controlados aleatorizados, doble ciego y la calidad de los ensayos clínicos fue valorada mediante la lista de verificación de Downs y Black.
Resultados. Nueve estudios midieron melatonina o sus metabolitos en TEA y todos ellos comunicaron al menos una anomalía, incluyendo un ritmo circadiano anormal de melatonina en 4 estudios, niveles de melatonina y/o sus metabolitos inferiores a los fisiológicos en 7 estudios y una correlación positiva entre estos niveles y conductas autistas en 4 estudios. Cinco estudios presentaron anomalías genéticas que pudieran contribuir a la disminución de la producción de melatonina o que afectara a su receptor en un pequeño porcentaje de niños con TEA. Seis estudios comunicaron una mejoría en el comportamiento diurno como consecuencia del uso de melatonina. Se identificaron 18 estudios de tratamiento con melatonina de los TEA, estos estudios reportaron mejorías en duración del sueño, latencia de inicio de sueño y despertares nocturnos. Cinco de estos estudios fueron aleatorizados doble ciego, controlados mediante placebo y cruzados; dos estudios comprendían a niños con TEA y otras alteraciones del desrrollo pero solo datos de TEA se usaron en el metan-análisis. El meta-análisis encontró mejorías significativas en duración del sueño (73 min comparado con valores basales, Hedge’s g 1.97 [95% intervalo de confianza {CI} CI 1.10–2.84], Glass’s Δ 1.54 [95% CI 0.64–2.44]; 44 min comparado con placebo, Hedge’s g 1.07 [95% CI 0.49–1.65], Glass’s Δ 0.93 [95% CI 0.33–1.53]) y latencia de inicio de sueño (66 min comparado con valores basales, Hedge’s g−2.42 [95% CI −1.67 a −3.17], Glass’s Δ−2.18 [95% CI −1.58 a −2.76]; 39 min comparado con placebo, Hedge’s g−2.46 [95% CI −1.96 a −2.98], Glass’s Δ−1.28 [95% CI −0.67 a −1.89]) pero no en despertares nocturnos. La magnitud del efecto varió significativamente entre los estudios pero los gráficos de embudo no indicaron sesgos de publicación. Los efectos adversos comunicados de la melatonina fueron mínimos o ausentes. Algunos estudios presentaron limitaciones como tamaño pequeño de la muestra y variabilidad de los protocolos que midieron los cambios en los parámetros del sueño.
Interpretación. La administración de melatonina en los trastornos del espectro autista se asocia con mejoría en los parámetros del sueño, mejor conducta diurna y mínimos efectos adversos. Estudios adicionales sobre la melatonina serían de utilidad para confirmar y ampliar estos hallazgos.