Lunes, Mayo 23rd, 2011

Seguridad emocional de los niños y sueño

I. Cruz 23 May 2011 | : Niño

Keller P, El-Sheikh M. Children’s emotional security and sleep: longitudinal relations and directions of effects. Journal of Child Psychology & Psychiatry & Allied Disciplines 52(1):64-71, 2011 Jan.

Introducción. Los autores examinaron las relaciones entre el sueño de los niños y su seguridad emocional en las relaciones madre-hijo, padre-hijo y de pareja entre los padres, con el objeto de determinar la dirección de las asociaciones. También se examinaron los efectos relacionados con el género.
Material y métodos. La duración del sueño se examinó mediante actigrafía, mientras que su calidad se evaluó mediante actigrafía y autorregistros. En un primer momento, los niños estudiaban tercer grado (T1), siendo evaluados a los 2 años (5º grado- T2). La muestra la compusieron 78 niños y 98 niñas en T1 y 62 niños y 80 niñas en T2.
Resultados. La seguridad en las relaciones madre-hijo, padre-hijo y entre los padres fueron factores predictivos de los problemas de sueño 2 años más tarde, incluso tras controlar el sueño de los niños en T1.
Conclusiones. En conjunto, los resultados apoyan más la relación entre seguridad emocional como predictor del sueño que en la dirección contraria. Los resultados inciden en la importancia de la seguridad emocional en el sueño de los niños.

Intervenciones breves sobre los miedos nocturnos en niños preescolares

I. Cruz 23 May 2011 | : Niño, Parasomnias

Kushnir J, Sadeh A. Assessment of brief interventions for nighttime fears in preschool children. Eur J Pediatr. Date: 2011 May 19.

Introducción. Los miedos nocturnos constituyen un problema importante en el sueño infantil. El objetivo de este estudio fue investigar los efectos de dos breves intervenciones sobre el miedo nocturno y problemas del sueño relacionados, y los comportamientos parentales encaminados a reducir el miedo en los niños.
Material y métodos. 104 niños de 4 a 6 años de edad con miedos nocturnos significativos fueron asignados aleatoriamente a dos grupos de intervención: el grupo Mascota (GM) en el que se proporcionaba a los niños una mascota con la petición de cuidar de ella, y otra versión (GM-2) en la que se proporcionaba la misma mascota con una historia en la que la mascota servía de elemento protector del niño. Se investigaron los miedos nocturnos, disrupciones del sueño y problemas del comportamiento. Los datos se obtuvieron de padres e hijos mediante mediciones objetivas y subjetivas. Los efectos de las intervenciones se evaluaron en 4 momentos: basal, 1 semana tras inicio de la intervención, 1 mes y 6 meses más tarde. Se usó un grupo de pacientes en lista de espera como grupo control.
Resultados. Ambas intervenciones disminuyeron significativamente los miedos nocturnos, con un impacto similar. La mejoría al mes fue significativamente mayor que en el grupo control. Ambas intervenciones redujeron las intervenciones parentales en los miedos nocturnos, y los problemas de sueño de los niños. Finalmente, la reducción en los miedos nocturnos permaneció tras 6 meses del inicio de la estrategia.
Conclusiones. Unas intervenciones sencillas usando una mascota pueden reducir los miedos nocturnos y los problemas de sueño asociados.