Jueves, Enero 5th, 2012

Prevalencia, patrones y persistencia de los problemas de sueño en los 3 primeros años de vida

R. Ugarte 05 Ene 2012 | : Lactante

Byars KC, Yolton K, Rausch J, Lanphear B, Beebe DW. Prevalence, Patterns, and Persistence of Sleep Problems in the First 3 Years of Life. Pediatrics. published 4 January 2012, 10.1542/peds.2011-0372

Objetivo. Examinar la prevalencia, los patrones y la persistencia de los problemas del sueño comunicados por los padres en los 3 primeros años de vida.
Métodos. Estudio de cohortes en el que participaron 359 parejas madre/niño. Los cuestionarios de sueño fueron completados por las madres cuando los niños cumplieron 6, 12, 24, y 36 meses. Las variables del sueño incluían respuestas de los padres a preguntas no específicas sobre presencia o ausencia de problemas de sueño y a 8 variables específicas: latencia de inicio de sueño, mantenimiento del sueño, duración del sueño en 24 horas, sueño diurno/siestas, lugar donde dormían, intranquilidad/vocalización , pesadillas/terrores nocturnos y ronquido.
Resultados. La prevalencia de trastornos del sueño referidos por los padres fue del 10% en todos los intervalos de valoración. Los despertares nocturnos y duración del sueño más corta se asociaron con problemas de sueño en la infancia (6-24 meses), mientras que las pesadillas y el sueño inquieto emergieron como asociación de manera más tardía (24-36 meses). La latencia de sueño prolongada se asoció con problemas de sueño a lo largo de todo el periodo de estudio. Por el contrario, las siestas, el lugar donde dormían y el ronquido no se asociaron con problemas de sueño referidos por los padres. El 21% de los niños con problemas de sueño en la etapa de lactante (comparado con el 6% en los niños sin problemas) presentaron problemas de sueño en el tercer año de vida.
Conclusiones. Un 10% de los niños tiene problemas de sueño en los primeros meses de vida y estos problemas persisten en una minoría significativa de niños a lo largo de los primeros años de su desarrollo. La respuesta de los padres a un cuestionario de sueño no específico puede pasar por alto conductas de sueño y síntomas importantes asociados con morbilidad clínica.

Síntomas cognitivos y trastornos respiratorios durante el sueño

R. Ugarte 05 Ene 2012 | : Niño

Liukkonen K, Virkkula P, Haavisto A, Suomalainen A, Aronen ET, Pitkäranta A, Kirjavainen T. Symptoms at presentation in children with sleep-related disorders. Int J Pediatr Otorhinolaryngol Dec 2011;

Obetivo. Valorar la asociación entre trastornos respiratorios del sueño y función cognitiva en niños. Identificar las correlaciones entre polisomnografía, infecciones del tracto respiratorio superior, cefalometría o rinometría.
Métodos. Se realizó un cuestionario de ronquido en una cohorte de 2.100 niños. En este estudio participaron 44 roncadores y 51 no roncadores. A todos los niños se les realizó polisomnografía, cefalometría y rinometría. Además, se realizó un test de inteligencia estandarizado (WPPSI-R), una batería de pruebas neuropsicológicas (NEPSY) y un cuestionario cumplimentado por los padres sobre síntomas conductuales
Resultados. Los niños roncadores obtenían puntuaciones más bajas en funciones de lenguaje (comprensión de instrucciones , P=0.01;velocidad de pronunciación, P=0.007) y tuvieron más problemas internalizantes, P=0.04 que los niños roncadores. Sin embargo, los parámetros polisomnográficos de estos niños roncadores no presentaron alteraciones respiratorias durante el sueño de mención. El índice de apnea-hipopnea obstructiva (IAH), el nadir de saturación de O2 y el esfuerzo respiratorio se ocrrelacionó con la Atención Auditiva (P<0.05), Denominación del Partes del Cuerpo (P<0.05) y Memoria (P<0.05). El tamaño amigdalar se correlacionó con el IAH (P<0.01) y el esfuerzo respiratorio (P=0.01) y flujo respiratorio (P<0.01). En el estudio cefalométrico, la distancia mínima entre el velum y la pared posterior fue más corta en los roncadore que entre los no roncadores, 5.5mm vs. 6.6mm, respectivamente (P<0.05). Las infecciones respiratorias de la vía aérea superior (IRVAS) fueron más frecuentes en roncadores que en no roncadores (P=0.01). Los niños que tuvieron IRVAS recurrentes mostraron más problemas somáticos que los niños sin IRVAS recurrentes (P<0.01).
Conclusiones. Los niños roncadores con o sin aparentemente normal apnea obstructiva, hipopnea o con desaturaciones maracadas de O2 arterial parecen sufrir alteraciones neurocognitivas y funciones caracteriales en comparación con los niños no roncadores. Estos niños no muestran anomalías mayores de los parámetros polisomnográficos, tales como trastornos respiratorios durante el sueño, incluyendo la obstrución parcial de la vía aérea superior. Los parámetros polisomnográficos se correlacionaron débilmente con los resultados de los tests neurocognitivos en estos niños roncadores. También fueron débiles las correlaciones de la polisomnografía y de las infecciones del tracto respiratorio superior con las mediciones cefalométricas y rinométricas.