Jueves, Octubre 17th, 2013

Relación entre sueño y conducta alimenticia

R. Ugarte 17 Oct 2013 | : Obesidad

Burt J, Dube L, Thibault L, Gruber R. Sleep and eating in childhood: A potential behavioral mechanism underlying the relationship between poor sleep and obesity. Sleep Medicine Available online 11 October 2013

Objetivo. Examinar las asociaciones entre sueño y conductas alimenticias. Específicamente se examinaron las asociaciones entre duración del sueño y su continuidad con conductas que promueven comer independientemente de hambre fisiológica incluyendo la emocional (consumo de comida en respuesta al estrés emocional), externa (comer en respuesta ver u oler comida) y el el apetito controlado (una conducta paradójica; el aporte de comida se reduce inicialmente para perder o mantener peso pero se sigue con un incremento de consumo de manera compulsiva).
Métodos. Participaron 56 niños (29 niños y 27 niñas) de edades comprendidas entre los 5 y 12 años. La media de edad fue 7.7 +/- 1.9 años y el promedio del IMC fue dentro del rango normal (17.8 +/- 4.3 kg/m2). La duración del sueño y su continuidad se valoraron mediante actigrafía y agendas de sueño. Se usó el Child Dutch Eating Behavior Questionnaire (DEBQ-M) para conocer los niveles de consumo de comida emocional, externo y controlado.
Resultados. Las asociaciones entre sueño y conductas alimenticias fueron examinados usando análisis de correlaciones parciales y análisis de regresión múltiple. La puntuación de apetito externo se asoció negativamente con la duración del sueño; el apetito emocional se asoció con niveles bajos de continuidad del sueño y el apetito controlado se asoció con un inicio tardío de sueño y de acostarse.
Conclusiones. El sueño de corta duración y la pobre continuidad se asociaron con incremento de los niveles de conductas alimenticias mostrando una asociación con el incremento de ingesta de comida. Además, la pérdida de sueño puede asociarse con una disminución de la autoregulación del apetito en niños, incrementando el riesgo de sobrealimentación y obesidad.

Cambios en la tensión arterial en niños con trastornos respiratorios durante el sueño

R. Ugarte 17 Oct 2013 | : HTA, SAHS

Vlahandonis A, Yiallourou SR, Sands SA, Nixon GM, Davey MJ, Walter LM, Horne RSC. Long-term changes in blood pressure control in elementary school-aged children with sleep disordered breathing. Sleep Medicine Available online 14 October 2013

Objetivo. En adultos, los trastornos respiartorios durante el sueño (TRS) se han relacionado con alteraciones del control barorreflejo de la tensión arterial (TA), lo cual se ha asociado a un incremento de la morbilidad cardiovascular. En niños, los efectos a largo plazo de los TRS sobre la sensibilidad barorrefleja (BRS) y la variabilidad de la TA (VTA) son desconocidos.
Métodos. Se realizó polisomnografía nocturna y determinación continua de la TA a niños diagnosticados previamente de TRS (n=40) y 20 controles no roncadores de edades comprendidas entre los 11 y 16 años cuatro años después del diagnóstico inicial. Durante el periodo de seguimiento, los TRS fueron categorizados como “resueltos” (ausencia de ronquido e IAH obstructivo ⩽1) o no resuelto (presencia de ronquido y/o IAH obstructivo >1). BRS y VTA fueron calculados usando análisis espectral cruzado y análisis espectral de potencia, respectivamente.
Resultados. Solo los niños con SAHS resuelto en el seguimiento demostraron un incremnteo en BRS de 9.7±3 (ms mmHg-1) en condiciones iniciales a 11.8±4 (ms mmHg-1) en el periodo de seguimiento (p=0.03). Sin embagro, los niños con situaciones de gravedad de TRS, resueltos y no resueltos, mostraron una disminución significativa en VTA desde condiciones iniciales al periodo de seguimiento (un descenso en Total Power BPV (p<0.05) y un cambio en VTA desde frecuencias relacionadas con la respiración (incremento del ratio LF/HF, p<0.01). El cambio en el IAH obstructivo fue el único determinante en BRS, HF y ratio LF/HF.
Conclusiones. La mejoría en los TRS se asoció con mejoría en el control de la tensión arterial, al margen de si el trastorno respiratorio durante el sueño fuese tratado o resuelto espontáneamente a los cuatro años del diagnóstico inicial. Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de monitorizar a los niños para asegurarse de la mejoría de los trastornos respiratorios durante el sueño y reducir el riesgo de morbilidad cardiovascular en el futuro.