Agosto 2014

Monthly Archive

Cronotipo en prescolares

R. Ugarte 13 Ago 2014 | : Melatonina, Niño

Simpkin CT, Jenni OG, Carskadon MA, Wright KP, Akacem LD, Garlo KG, Libourgeois MK. Chronotype is associated with the timing of the circadian clock and sleep in toddlers. Journal of Sleep Research. 23(4):397-405, August 2014

Introducción. El cronotipo es un constructo que refleja las diferencias individuales en preferencia diurna. Aunque el cronotipo ha sido estudiado ampliamente en escolares, adolescentes y adultos, son muy escasos los datos referidos a lactantes.
Objetivo. Describir el cronotipo y su relación con el tiempo del reloj circadiano y el sueño en 48 niños sanos de edades comprendidas entre los 30-36 meses de edad (33.4 +/- 2.1 meses; 24 varones).
Métodos. Los padres completaron el cuestionario Children’s Chronotype Questionnaire (CCTQ) unas dos semanas antes de iniciarse el estudio. El CCTQ proporciona tres medidas de cronotipo: tiempo de sueño medio, puntuación multiítem de matutinidad/vespertinidad y una puntuación de un ítem de cronotipo. Después de 5 días de sueño en su horario habitual (valorado mediante actigrafía y agenda de sueño), los niños participaron en una valoración de determinación salivar en domicilio de DLMO (dim light melatonin onset). El promedio de tiempo de sueño medio fue de 1:47 +/- 0:35, y el promedio de la puntuación de matutinidad/vespertinidad fue 26.8 +/- 4.3. La mayoría de los lactantes (58.4%) fueron catalogados como “definitivamente” de patrón matutino o “preferentemente matutino que vespertino”, mientras que ninguno (0%) fue catalogado como “definitivamente” de patrón vespertino. La mayoría de los tipos matutinos tuvieron un DLMO más temprano (r = 0.45, r = 0.26), horarios más tempranos para acostarse (r = 0.78, r = 0.54), para inicio de sueño (r = 0.80, r = 0.52), para tiempo medio de sueño (r = 0.90, r = 0.53) y despertares nocturnos (r = 0.74, r = 0.34). Las puntuaciones de los padres usando la puntuación de cronotipo se asoció con DLMO (r = 0.32) y horario habitual para acostarse (r = 0.27), tiempo de inicio de sueño (r = 0.33) y tiempo medio de sueño (r = 0.27).
Conclusiones. La matutinidad es el rasgo que mejor caracteriza la preferencia circadiana en los primeros años de vida. La asociación entre el cronotipo, la fisiología circadiana y el inicio del sueño sugiere la adecuación y validez del cuestionario CCTQ en este grupo de edad. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la comprensión de la marcada variabilidad en el tiempo de sueño durante los primeros años de la vida.

Impacto sobre el sueño de los despertares frecuentes nocturnos en niños escolares

R. Ugarte 12 Ago 2014 | : Insomnio, Niño, Somnolencia

Li L, Ren J, Shi L, Jin X, Yan C, Jiang F, Shen X, Li S. Frequent nocturnal awakening in children: prevalence, risk factors, and associations with subjective sleep perception and daytime sleepiness.
BMC Psychiatry 2014, 14:204. http://www.biomedcentral.com/1471-244X/14/204

Introducción. Los despertares nocturnos son la queja más frecuente en el insomnio en la población en general. Contrariamente a lo que ocurre en adultos donde el conocimiento sobre este tema es cada vez mayor, se conoce poco sobre la prevalencia, factores relacionados y asociaciones con percepciones subjetivas del sueño y somnolencia diurna en niños.
Objetivo. Valorar la prevalencia y los factores relacionados de los despertares nocturnos frecuentes (FNA) en niños chinos de edad escolar. Además, se valoró la asociación de FNA con la percepción subjetiva de sueño y somnolencia nocturna.
Métodos. Participaron 20.505 niños de edades comprendidas entre los 5.00 y 11.92 años de edad (niños: 49.5% vs. niñas: 50.5%) de una muestra aleatoria obtenida en 8 ciudades de China. Se usaron cuestionarios administrados por los padres para recoger información sobre las conductas de sueño, percepción del sueño y factores potencialmente relacionados con el FNA. Se usaron modelos de regresión logística univariante y multivariante.
Resultados. La prevalencia de FNA fue del 9.8% (10.0% niños vs. 8.9% niñas) en esta muestra de niños. Los factores relacionados con problemas de salud fueron obesidad/sobrepeso (OR = 1.70), dolor crónico nocturno (OR = 2.47), trastornos respiratorios crónicos (OR = 1.23), mala condición psicosocial como alteración del funcionamiento mental y emocional (OR = 1.34), inadecuada higiene de sueño como puede ser la practica de actividades excitantes antes de dormir (OR = 1.24) y resistencia a acostarse (OR = 1.42), así como historia familiar de insomnio (OR = 1.31). FNA se asoció con peor calidad subjetiva del sueño (OR = 1.24), sensación de sueño insuficiente (OR = 1.21) y somnolencia diurna (OR = 1.35).
Conclusión. Los despertares nocturnos frecuentes se asociaron con sueño de mala calidad y somnolencia diurna. El ambiente de sueño y la susceptibilidad familiar, los problemas de salud crónicos, una mala condición psicosocial y una deficiente higiene de sueño tuvieron un impacto importante, indicando que los despertares nocturnos frecuentes pueden ser parcialmente prevenidos mediante promoción de la salud, intervención psicológica y rutinas de higiene de sueño.

Uso de mantas pesadas en el tratamiento de los trastornos del sueño en niños autistas

R. Ugarte 11 Ago 2014 | : Autismo

Gringras P, Green D, Wright B, Rush C, Sparrowhawk M, Pratt K, Allgar V, Hooke N, Moore D, Zaiwalla Z, Wiggs L. Weighted blankets and sleep in autistic children-a randomized controlled trial. Pediatrics. 2014 Aug;134(2):298-306. doi: 10.1542/peds.2013-4285. Epub 2014 Jul 14.

Objetivo. Valorar la eficacia de una manta pesada en el tratamiento de problemas graves de sueño en niños con trastorno del espectro autista (TEA).
Métodos. Estudio aleatorizado y cruzado. Participaron niños con edades comprendidas entre los 5 años y los 16 años y 10 meses con diagnóstico de TEA confirmado que tenían problemas graves de sueño y que había sido refractarios a intervenciones comunitarias. La intervención consistió en colocar una manta con sobrepeso o una manta comercial idéntica pero con peso normal (control) colocada a la hora de acostarse; cada manta fue usada durante dos semanas antes de cruzar la intervención. El resultado principal a estudio fue el tiempo total de sueño (TST) recogido mediante actigrafía durante un periodo de dos semanas. Los resultados secundarios fueron la latencia de sueño medida por actigrafía, eficiencia de sueño, valoración del comportamiento del niño, funcionamiento familiar y efectos adversos. El sueño también fue medido mediante agendas de sueño gestionadas por los padres.
Resultados. Se inició el estudio aleatorizado con 73 niños de los cuales 67 finalizaron el estudio. Usando medidas objetivas, las mantas pesadas comparadas con las mantas control no incrementaron el TST medido por actigrafía y ajustado por TST basal. No hubo diferencias en los grupos en ninguna medida objetiva o subjetiva de sueño, incluyendo resultados de comportamiento. Subjetivamente los padres prefirieron las mantas con peso.
Conclusiones. El uso de mantas pesadas no mejoró el sueño de niños con TEA ni en más sueño, ni se durmieron antes, ni se despertaron con menos frecuencia. Sin embargo, las mantas pesadas fueron preferidas por padres y niños y fueron bien toleradas durante el periodo de estudio.