Guilleminault C, Huang YS, Quo S, Monteyrol PJ, Lin CH. Teenage sleep-disordered breathing: Recurrence of syndrome. Sleep Med 2012 Sep 28,

Objetivos. El estudio pretende comprender mejor la reaparición de la apnea del sueño en los adolescentes considerados curados del SAHS, tras adenoamigdalectomía y el tratamiento de ortodoncia.
Material y métodos. El estudio emplea un análisis retrospectivo de 29 adolescentes (nueve niñas y 20 niños) con SAHS tratados previamente con adenoamigdalectomía y ortodoncia a una edad media de 7,5 años. Durante el seguimiento a los 11 y 14 años de edad, los pacientes fueron evaluados clínicamente, se realizó el Pediatric Sleep Questionnaire (PSQ) y se realizaron de forma sistemática radiografías cefalométricas por los ortodoncistas. Los datos polisomnográficos (PSG) se compararon en el momento del diagnóstico del SAHS, después de tratamiento quirúrgico y ortodóncico y durante la evaluación del seguimiento puberal.
Resultados. Tras el diagnóstico del SAHS y el tratamiento con adenoamigdalectomía y expansión maxilar rápida (índice apnea-hipopnea (IAH) 0,4 ± 0,4), los niños fueron reevaluados a una edad promedio de 11 años. Durante el seguimiento a los 14 años, todos los niños tenían índices de masa corporal (IMC) normales. Los adolescentes fueron subdivididos en dos grupos en función de los síntomas: nueve sujetos asintomáticos (siete niñas y dos niños) y 20 sujetos con deterioro en el rendimiento escolar, la presencia de fatiga, indicadores de retraso de fase de sueño y, con menor frecuencia, síntomas específicos de somnolencia diurna y ronquidos. Mediante la PSG y la cefalometría se apreciaron la presencia de respiración bucal, un IAH o un IER anormales o la reducción significativa de espacio de la vía aérea posterior (PAS). En comparación con la cefalometría obtenida a una edad media de 11 años , se observó una reducción significativa de la PAS de 2,3 ± 0,4 mm a la edad media de 14 años.
Conclusiones. La recurrencia sugerida por otros estudios anteriores del SAHS durante la adolescencia se ha vuelto a demostrar en este pequeño grupo de sujetos. Se precisan más investigaciones prospectivas para establecer la frecuencia de riesgo, especialmente en los niños no tratados con ortodoncia.