Scott N, Blair P, Emond AM, Fleming PJ, Humphreys JS, Henderson J, Gringras P. J Sleep Res 2012 Oct 12. doi: 10.1111/j.1365-2869.2012.

introducción. Se investigaron en este estudio las asociaciones entre la duración del sueño y los trastornos en la infancia y el diagnóstico de déficit de atención con hiperactividad.
Material y métodos. Se usaron los datos del Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos, estudio de base poblacional prospectivo y longitudinal de cohortes desde el nacimiento en el que se incluyeron los niños nacidos en 1991-1992 en el suroeste de Inglaterra. Ocho mil ciento noventa y cinco niños fueron evaluados utilizando el Cuestionario de Desarrollo y Evaluación de Bienestar.
Resultados. Ciento setenta y tres casos (el 2,1%) cumplían los criterios para el TDAH. Informes de los padres en ocho momentos en el tiempo demostraron que los niños con TDAH dormían menos de sus compañeros. Las diferencias absolutas fueron pequeñas y principalmente restringidas al sueño nocturno, sin una fuerte evidencia de diferencias con respecto a los controles, excepto a los 69 meses [5 años y 9 meses: 12 min (95% IC: 5-19), P = 0,001], en 81 meses [6 años y 9 meses, 15 min (95% IC: 8-22), P <0,001] y en 115 meses [9 años 7 meses; 11 min (95% IC: 4-18), P = 0,001] . El grupo con TDAH presentaba más tiempo de vigilia nocturno en todas las edades, de forma significativa desde los 5 años. En el seguimiento del sueño de los niños a lo largo de un gráfico normativo por percentiles, un cambio en la duración del sueño de un percentil a un percentil inferior era un predictor útil de la existencia de un TDAH. Descensos superiores a una desviación típica en la duración del sueño a través de los puntos de tiempo adyacentes era un predictor significativo de TDAH a los 3-5 años (p = 0,047).
Conclusiones. En los niños con TDAH, una menor duración del sueño y alteraciones del sueño aparecen pronto y son anteriores a la edad habitual de diagnóstico clínico. La velocidad de cambio de la duración del sueño con respecto a un individuo, en lugar de la duración del sueño absoluta en cualquier etapa, puede resultar beneficiosa en la identificación de un mayor riesgo de trastorno de hiperactividad por déficit de atención.