Awad KM, Drescher AA, Malhotra A, Quan SF. Effects of exercise and nutritional intake on sleep architecture in adolescents. Sleep and Breathing. March 2013, Volume 17, Issue 1, pp 117-124

Objetivos. Pocos estudios han evaluado la relación entre arquitectura del sueño e índice de masa corporal (BMI), nutrición y actividad física en niños. Este estudio determina la relación entre arquitectura del sueño, dieta y ejercicio.
Métodos. Participaron 319 niños caucásicos e hispanos de edades comprendidas entre los 10 y 17 años de la cohorte Tucson Children’s Assessment of Sleep Apnea study. Los niños y sus padres completaron varios cuestionario sobre hábitos dietéticos, cantidad de actividad física y hábitos de sueño. A los participantes se les realizó una polisomnografía nocturna domiciliaria para caracterizar su sueño.
Resultados. Se observaron correlaciones significativa entre el porcentaje de estadio II de sueño y lo siguiente: BMI (r = 0.246, p < 0.01), gasto total de energía recreativa (r = 0.205, p < 0.01), actividad vigorosa (r = 0.130, p = 0.009) y actividad total estimada (r = 0.148, p = 0.009). En chicas, se observaron correlaciones entre porcentaje de estadio II de sueño y score de BMI (r = 0.279, p < 0.01). También en chicas, se observó una correlación negativa entre porcentaje de sueño de movimientos oculares rápidos (REM) y aporte de grasa total (r = −0.168, p = 0.039). En chicos, hubo correlación significativa de nuevo entre porcentaje de estadio II de sueño y los siguiente: BMI score (r = 0.218, p = 0.005), gasto total estimado de energia recreativa (r = 0.265, p = 0.001), actividad vigorosa (r = 0.209, p = 0.008) y actividad total estimada (r = 0.206, p = 0.010). Cuando se controló para percentil de BMI y edad, también se encontraron correlaciones entre el porcentaje de REM y aporte de grasa total (r = 0.176, p = 0.034) en chicos.
Conclusiones. El BMI y el ejercicio se asociaron con incremento del estadio II de sueño. En chicas, el aporte de grasa total se asoció a una reducción del sueño REM, mientras que en chicos (después de controlar para percentil de BMI y edad), el aporte de grasa total se correlacionó con el sueño REM.