Efectos del ejercicio y la nutrición sobre la arquitectura del sueño en adolescentes
Posted by R. Ugarte on 26 Mar 2014 at 09:55 am | Tagged as: Adolescente
Awad KM, Drescher AA, Malhotra A, Quan SF. Effects of exercise and nutritional intake on sleep architecture in adolescents. Sleep and Breathing. March 2013, Volume 17, Issue 1, pp 117-124
Objetivos. Pocos estudios han evaluado la relación entre arquitectura del sueño e índice de masa corporal (BMI), nutrición y actividad física en niños. Este estudio determina la relación entre arquitectura del sueño, dieta y ejercicio.
Métodos. Participaron 319 niños caucásicos e hispanos de edades comprendidas entre los 10 y 17 años de la cohorte Tucson Children’s Assessment of Sleep Apnea study. Los niños y sus padres completaron varios cuestionario sobre hábitos dietéticos, cantidad de actividad física y hábitos de sueño. A los participantes se les realizó una polisomnografía nocturna domiciliaria para caracterizar su sueño.
Resultados. Se observaron correlaciones significativa entre el porcentaje de estadio II de sueño y lo siguiente: BMI (r = 0.246, p < 0.01), gasto total de energía recreativa (r = 0.205, p < 0.01), actividad vigorosa (r = 0.130, p = 0.009) y actividad total estimada (r = 0.148, p = 0.009). En chicas, se observaron correlaciones entre porcentaje de estadio II de sueño y score de BMI (r = 0.279, p < 0.01). También en chicas, se observó una correlación negativa entre porcentaje de sueño de movimientos oculares rápidos (REM) y aporte de grasa total (r = −0.168, p = 0.039). En chicos, hubo correlación significativa de nuevo entre porcentaje de estadio II de sueño y los siguiente: BMI score (r = 0.218, p = 0.005), gasto total estimado de energia recreativa (r = 0.265, p = 0.001), actividad vigorosa (r = 0.209, p = 0.008) y actividad total estimada (r = 0.206, p = 0.010). Cuando se controló para percentil de BMI y edad, también se encontraron correlaciones entre el porcentaje de REM y aporte de grasa total (r = 0.176, p = 0.034) en chicos.
Conclusiones. El BMI y el ejercicio se asociaron con incremento del estadio II de sueño. En chicas, el aporte de grasa total se asoció a una reducción del sueño REM, mientras que en chicos (después de controlar para percentil de BMI y edad), el aporte de grasa total se correlacionó con el sueño REM.