Mindell JA, Li AM, Sadeh A, R Kwon, Goh DY. Bedtime Routines for Young Children: A Dose-Dependent Association with Sleep Outcomes. Sleep. 2014 Oct 17. pii: sp-00385-14. [Epub ahead of print]

Introducción. El establecimiento de una rutina constante (las actividades que tienen lugar justo antes de apagar las luces) se recomienda a menudo como parte de la higiene correcta del sueño. Sin embargo, ningún estudio ha investigado la asociación dependiente de dosis de las rutinas a la hora de acostarse con los resultados del sueño, especialmente en los niños pequeños en los que están especialmente recomendados. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue examinar las asociaciones de una rutina de la hora de acostarse en consonancia con los resultados del sueño en los niños pequeños (edades de 0 a 5 años) en una amplia muestra mundial y evaluar si existe una relación dependiente de dosis entre la frecuencia de las rutinas a la hora de acostarse tanto de forma retrospectiva como coincidente, con los resultados del sueño.
Material y métodos. Las madres de 10.085 niños (de Australia-Nueva Zelanda, Canadá, China, Hong Kong, India, Japón, Corea, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Reino Unido y Estados Unidos) completaron el Breve cuestionario de sueño (BISQ).
Resultados. Una rutina de la hora de acostarse consistente se asoció con mejores resultados del sueño, incluyendo una hora de dormir más temprana, una latencia de sueño más corta, menos despertares nocturnos y el aumento de la duración total del sueño. La disminución de los problemas de sueño percibida por los padres y los problemas de conducta durante el día también se relacionaron con la institución de una rutina regular de sueño. Por otra parte, hubo una relación dosis-dependiente, con mejores resultados asociados con el aumento de “dosis” de tener una rutina a la hora de acostarse, tanto en la actualidad como de forma retrospectiva, encontrándose datos similares en las dos regiones culturales (asiáticos y caucásicos).
Conclusiones. Estos resultados indican que el tener una rutina regular antes de acostarse todas las noches se asocia en los niños con un mejor sueño, y sugiere que el efecto es mayor cuando se instaura de una forma más consistente y más precoz.