J Wasilewska, M Kaczmarski, PT Protas, M Kowalczuk-Kryston, B Mazan, M Topczewska. [Sleep disorders in childhood and adolescence, with special reference to allergic diseases]. Pol Merkur Lekarski, March 1, 2009; 26(153): 188-93.

Objetivo. Las enfermedades alérgica tienen gran impacto sobre la calidad de vida. El propósito de este estudio fue comparar los parámetros de sueño en niños con alergia y sin alergia.
Material y métodos. Se utilizó el Pediatric Sleep Quiestionnaire para valorar la calidad de sueño en 202 participantes en un estudio prospectivo de 3 años de duración: 122 hospitalizados (edad media 7.9 +/- 4.7) (F/M 75/47) debidos a alérgia (n = 70) o a causas no alérgicas (n = 52), y 80 niños sanos (edad media 6.3 +/- 5.0) (F/M 36/44). De los 70 participantes alérgicos, 26 tenían dermatitis atópica (SCORAD > o = 20); 25 asma (criterios GINA) y 19 alergia alimentaria IgE-dependiente confirmada mediante test de provocación oral. De los 52 pacientes no alérgicos, 31 tenían enfermedad por reflujo gastroesofágico y 21 infecciones respiratorias recurrentes
Resultados. El grupo de pacientes necesitó de manera significativa más tiempo para quedarse dormido que el grupo control (17.9 +/- 13.7 vs 12.8 +/- 8.5 min; p < 0.004). Los niños con alergia a alimentos y dermatitis atópica presentaron los mayores problemas para conciliar el sueño (21.4 +/- 13.8 vs 12.8 +/- 8.5 min; p < 0.006) y 20.4 +/- 14.9 vs 12.8 +/- 8.5 min; p < 0.024). El número de noches sin despertares nocturnos fue menor en el grupo de estudio que en los controles (3.5 +/- 2.6 vs 5.0 +/- 2.7; p < 0.0002). La dermatitis atópica y la alergia a alimentos fuerno las condiciones que más predispusieron a alteraciones del sueño. El ronquido estuvo presente en el 43.4% de los pacientes y y en el 6.4% de los controles (p < 0.0001), siendo significativamente más frecuente en niños con asma e infecciones recurrentes del tracto respiratorio. La enfermedad alérgica fue un factor de riesgo de ronquido (OR–2.94; 95%CI–1.72-5.05; p < 0.001). Un 91 % de los padres no informaron a sus médicos de la mala calidad de sueño de sus hijos.
Conclusiones. Las enfermedades alérgicas se acompañan de diferentes alteraciones del sueño, incluídas disomnias y parasomnias. , por ejemplo, resistencia a acostarse, sueño fragmentado o trastornos respiratorios durante el sueño. Los médicos deben prestar atención a la calidad del sueño en niños con enfermedades alérgicas, independientemente cual sea el organo de afectación: piel (dermatitis atópica), tracto respiratorio (asma) o sistema alimentario (alergia alimentaria).