Robert J. Bakker, Elise M. van de Putte, Wietse Kuis, Gerben Sinnema. Risk Factors for Persistent Fatigue With Significant School Absence in Children and Adolescents. Pediatrics 2009; 124 (1):e89-e95

Objetivo. Valorar niños y adolescentes remitidos por cansancio intenso, examinar que factores pueden ser identificados en la primera visita y cuales predicen una mala evolución al año.
Métodos. Noventa y un pacientes, de dedas comprendidas entre los 8 y 18 años, completaron un cuestionario sobre sueño, síntomas somáticos, actividad física y cansancio. Fueron reevaluados 12 meses más tarde. Los resultados basales y de seguimiento se analizaron mediante análisis de regresión logística univariable con cansancio persitente e intenso (si/no) y absentismo escolar duradero (si/no) como variables dependientes y los resultados basales como variables independientes.
Resultados. Después de 12 meses, el 50.6% de los niños y adolescentes experimentaron mejoría, el 29.1% tenía cansancio persistente y el 20.3% cansancio persistente sin absentismo escolar significativo. Los factores relacionados con mala evolución fueron los problemas de sueño (odds ratio [OR]: 1.4 [95% intervalo de confianza (CI): 1.1–1.8]), puntuación inicial de cansancio (OR: 1.1 [95% CI: 1.0–1.2]), malestar somático como tiritonas (OR: 1.9 [95% CI: 1.2–3.0]), visión borrosa (OR: 2.1 [95% CI: 1.1–4.0]), dolor en extremidades (OR: 2.0 [95% CI: 1.0–3.2]), dolor de espalda (OR: 1.8 [95% CI: 1.0–3.2]), estreñimiento (OR: 1.7 [95% CI: 1.0–2.7]) y fallos de memoria (OR: 1.8 [95% CI: 1.0–3.2]). La resolución del cansancio se asoció con sexo masculino (OR: 5.0 [95% CI: 1.6–15.5]) y estilo de vida con actividad física (OR: 1.3 [95% CI: 1.1–1.5]).
Conclusiones. La valoración de los factores predictivos en la primera visita posibilita al pediatra identificar a aquellos pacientes con cansancio intenso que están a riesgo de mala evolución. Ser chica, mala calidad del sueño, inactividad física y quejas somáticas específcas fueron factores predictivos importantes.