Fischer FM, Nagai R, Teixeira LR. Explaining sleep duration in adolescents: the impact of socio-demographic and lifestyle factors and working status.Chronobiol Int, April 1, 2008; 25(2): 359-72.

Estudios previos encontraron que estudiantes que compaginan el trabajo con el estudio sufren una deprivación parcial de sueño que se acumula a lo largo de la semana. El objetivo de este estudio fue obtener información a través de un cuestionario de un número de variables (sociodemográficas, estilos de vida, horario laboral, hábitos de sueño-vigilia) considerando el impacto de trabajar (n=51) o no trabajar (n=41) en estudiantes de edades comprendidas entre 14 y 21 años que acudían a clases vespertinas (19.00-22:30 h) en una escuela pública de la ciudad de Sao Paulo, Brasil. Se recogieron los datos de los días laborales como de los festivos. Se hicieron análisis de regresión lineal múltiple para valorar los factores asociados con la duración del sueño los días laborables y los fines de semana. Las variables de control fueron trabajo, sexo, edad, tabaco, consumo de alcohol y cafeína y actividad física. Los predictores significativos de duración del sueño fueron: trabajo (p<0.01), jornada laboral (8-10 h/día;p<0.01), sexo (p=0.04), edad 18-21 años (0.01), tabaco (p=0.02), consumo de alcohol (p=0.03), ejercicio físico irregular (p<0.01), facilidad para dormirse (p=0.04), siestas (p<0.01), despertares nocturnos (p<0.01) y regularidad media del sueño (p<0.01).
Estos resultados confirman la hipótesis de que los estudiantes jóvenes que trabajan y estudian presentan una reducción del tiempo de sueño nocturno. La deprivación de sueño a lo largo de la semana, principalmente en estudiantes que trabajan 8-10 h/día, manifiesta un rebote de sueño (duración aumentada del tiempo de sueño) los sábados. Sin embargo, las variables sociodemográficas y los estilos de vida son factores que desempeñan un papel en la duración del sueño nocturno. Las variables relacionadas con las siestas y los despertares nocturnos se han asociado con una ligera disminución del sueño nocturno, mientras que la regularidad en los horarios de acostarse y despertarse se han asociado con una mayor duración del sueño nocturno, con distinta expresión los fines de semana y los días laborables. Estudiar y trabajar, junto con otros factores sociodemográficos y de estilo de vida, crea un escenario desfavorable para conseguir una duración satisfactoria del sueño.