Brockmann PE, Urschitz MS, Schlaud M, Poets CF. Primary snoring in school children: prevalence and neurocognitive impairments. Sleep Breath Jan 2011;

Objetivo. Investigar la prevalencia de ronquido habitual (RH) y su asociación con alteraciones neurocognitivas.
Métodos. Se usaron datos de un estudio comunitario con 1.114 niños de primaria donde se identificaron niños que nunca roncaban (n=410) o roncadores habituales (n=114). Al objeto de categorizar los niños con ronquido habitual, síndrome de resistencia aumentada de la vía aérea superior (UARS) o síndrome de apnea-hipopnea de sueño (SAHS) se realizó polisomnografía domiciliaria en todos los niños con ronquido habitual. Las alteraciones neurocognitivas y el rendimiento escolar fueron comparados entre los niños que no roncaban, roncadores habitules, UARS y SASH.
Resultados. La polisomnografía fue válida en 92 roncadores habituales. De estos, 69 presentaban ronquido habitual y 23 UARS/SAHS. La prevalencia [intervalo de confianza del 95% (95% CI)] de ronquido habitual fue de 6.1% (4.5-7.7). Comparado con niños que nunca roncaron los niños con ronquido habitual fueron más hiperactivos (39% vs. 20%) y con conductas inatentas (33% vs. 11%), pobres resultados escolares en matemáticas (29% vs. 16%), ciencias (23% vs. 12%) y ortografía (33% vs. 20%; en todos los casos los valores de fueron <0.05). El ronquido habitual fue un factor de riesgo significativo (odds ratio; 95% CI) para conducta hiperactiva (2.8; 1.6-4.8), conducta inatenta (4.4; 2.4-8.1), así como para somnolencia diurna (10.7; 4.0-28.4). El ronquido habitual fue también un factor de riesgo independiente para mal rendimiento escolar en matemáticas (2.6; 1.2-5.8), ciencias (3.3; 1.2-8.8), y ortografía (2.5; 1.1-5.5). Las odds ratios fueron similares en todo al grupo UARS/SAHS.
Conclusiones. NIños con ronquido habitual no hipóxico no apnéico pueden presentar alteraciones neurocogntivias significativas. Las consecuencias pueden ser similares a la asociadas al UARS o al SAHS. Si se confirma, el ronquido habitual no debe considerarse “benigno” y requiere tratamiento.