Quach J, Hiscock H, Ukoumunne OC, Wake M. A Brief Sleep Intervention Improves Outcomes in the School Entry Year: A Randomized Controlled Trial. Pediatrics Date: 2011 Sep 2.

Objetivo. Determinar la viabilidad de detectar los problemas de sueño infantil y la eficacia de una intervención conductual sobre el sueño para mejorar los resultados de los niños en su primer año de escolarización.
Material y métodos. Ensayo aleatorizado llevado a cabo en una población de 22 escuelas elementales de Melbourne, Australia. La intervención consistió en 2-3 consultas en las que se abordaron las estrategias del sueño en niños en los que los resultados del screening fueron positivos para un problemas de sueño moderado a severo. Los resultados fueron: problemas de sueño infantil recogidos por los padres (resultado principal), hábitos de sueño, calidad de vida psicosocial, comportamiento y salud mental de los padres (todos a los 3,6 y 12 meses ) en una investigación cara a cara, ciega, a los 6 meses.
Resultados. El diseño del screening fue completado por 1.512 padres; 161 (el 10,8%) reportaron un problema de sueño moderado a severo, y 108 de 136 (un 79,2% de esto) comenzaron el ensayo. Los problemas de sueño tendieron a resolverse más rápidamente en los niños sometidos a intervención. Los problemas de sueño afectaron al 33% de los 54 niños del grupo de intervención vs 43% de 54 niños del grupo control a los 3 meses (p=0,3), 25,5% vs 46,8% a los 6 meses (p=0,08) y 32% vs 33% a los 12 meses (p=0,8). Mejorías sustanciales y mantenidas en los hábitos de sueño fueron evidentes a los 3, 6 y 12 meses (magnitud del efecto de 0,33 ( p=0,03), 0,51 ( p=0,003) y 0,40 ( p=0,02) respectivamente, y se apreciaron mejorías iniciales marcadas en puntuaciones psicosociales que disminuyeron con el tiempo (magnitud del efecto: 0,47 (p=0,02), 0,41 ( p=0,09) y 0,26 (p=0,3) respectivamente). Fue evidente un mejor comportamiento psicosocial a los 12 meses (magnitud del efecto de 0,35 (p=0,03) y los resultados del aprendizaje fueron similares en ambos grupos.
Conclusiones. La detección escolar de los problemas de sueño seguida de una breve intervención conductual es factible y tiene relevantes beneficios en la transición de inicio escolar.