Piumetto E, Sammartano AM, Meinardi G, Dagna F, Gervasio FC, Albera R. Diagnostic and therapeutic iter in paediatric OSAS: personal experience. Acta Otorhinolaryngol Ital Jun 2011; 31(3) :149-53

Introducción. La apnea obstructiva del sueño en un niño se caracteriza por episodios prolongados de hipopnea y/o apnea obstructiva de la vía aérea que ocasiona morbilidad. El factor de riesgo más común es la hipertrofia adenoamigdalar. El diagnóstico de este síndrome se basa en la evaluación ORL clínica y el apoyo instrumental como la pulsioximetría o la polisomnografía nocturna que constituye el patrón de referencia.
Objetivo. Establecer en una población de niños con sospecha de SAHS la frecuencia de esta alteración, el efecto de la adenoamigdalectomía y el riesgo de complicaciones postoperartorias.
Métodos. Se evaluaron entre marzo de 2007 y abril de 2010 a un total de 481 pacientes (297 niños, 184 niñas) con sospecha de SAHS de edades comprendidas entre los 2 y 14 años, dividiéndolos en tres fenotipos morfológicos: clásico, adulto y congénito. A todos los pacientes se les realizó valoración ORL y pulsimetría con 4 canales de monitorización cardiorrespiratoria. Según los criterios de Brouillette se definieron como negativo, positivo o no concluyente; cuando fue positivo se realizó adenoamigdalectomía como primera opción terapéutica. A los 6 meses de la cirugía se realizó un control pulsioximétrico a todos los pacientes. Del total de la muestra, el 96% tenían un fenotipo clásico, 3% adulto y 1% congénito. El seguimiento fue patológico en el 19% (17% de los cuales presentaron mayor riesgo postoperatorio), negativo en el 61% y no concluyente en el 20%. Los 5 pacientes con fenotipo congénito fueron positivos. De los pacientes positivos, se realizó adenoamigdalectomía al 86% y un control pulsioximétrico 6 meses más tarde, resultando el 96% negativo.
Conclusiones. La pulsioximetría fue eficiente en orden a evitar indicaciones quirúrgicas incorrectas, mejorando la adecuación y seguridad de la adenoamigdalectomía en niños con SAHS. La adenoamigdalectomía presentó una tasa de éxito del 96% y no hubo episodios de complicaciones postquirúrgicas en particular en niños de riesgo elevado.