Morgan, John F. Mothers were less likely to be depressed after a structured behavioural intervention for infant sleep problems. Evidence Based Medicine. 14(2):45, April 2009.

Diseño. Ensayo randomizado controlado, ciego (familias, enfermeras, encuestadores y analistas de datos). Cuarenta y nueve centros de salud infantil y maternal en 6 áreas en Melbourne, Victoria, Australia.
Pacientes. 328 madres (edad media 33 años) que referían problemas de sueño en sus hijos (edad media 7.4 meses, 54% niños). Se excluyeron a los nacidos con menos de 32 semanas de gestación y a las madres que no conocían adecuadamente el inglés para completar el cuestionario.
Intervención. 25 centros (n=174) fueron asignados a recibir intervención conductual estructurada (ICE) para mejorar el sueño infantil y 24 centros (n=154) recibieron los consejos habituales. En el grupo ICE, 100 familias aceptaron la oferta de recibir ayuda de enfermeras (que habían tenido un entrenamiento de 5 horas) y se les dió la opción de planes de manejo del sueño mediante sentarse con el niño hasta que este se quede dormido y dejar su presencia en 2-3 semanas (n=7) o mediante extinción gradual, respondiendo las madres al llanto con intervalos de tiempo crecientes (n=53) o se les enseño estrategias simples (rutinas a la hora de acostar o uso de chupete). Las enfermeras no registraron la elección de ICE en 20 familias.
Variables. Depresión materna (Escala de Edimburgo de Depresión Postnatal mayor de 9 o mayor o igual a 13), actitudes familiares, salud mental del niño y problemas de sueño en el niño (según criterio de las madres). Se dispusieron los resultados de las variables en el 100% de los centros y en el 83% de las familias cuando los niños cumplieron los dos años de edad.
Resultados. Las madres del grupo ICE tuvieron menos depresión que las que recibieron los consejos habituales. Los grupos no diferieron en actitudes familiares, problemas de suño o de salud mental infantil.
Conclusión. Una intervención conductual sobre los problemas de sueño de los niños mejoró la depresión materna pero no se observaron diferencias en cuanto a problemas de sueño de los niños o salud mental infantil cuando se administraron los consejos habituales valorados a los 2 años de edad de los niños.