Snow AB, Khalyfa A, Serpero LD, Capdevila OS, Kim J, Buazza MO, Gozal D. Catecholamine alterations in pediatric obstructive sleep apnea: Effect of obesity. Pediatr Pulmonol May 2009;

Objetivos. El SAHS ocasiona aumento de la actividad simpática en los adultos e incrementa las catecolaminas urinarias. Además, la excreción de catecolaminas urinarias se altera en pacientes obesos. Proponemos la hipótesis de que los niveles urinarios matutinos de catecolaminas pudieran estar relacionados con la gravedad del SAHS y el grado de obesidad en niños.
Métodos. Se recogió una muestra de orina de la mañana en niños a los que se les realizó polisomnografía nocturna. Se midieron los niveles urinarios de noradrenalina, adrenalina y dopamina, corregida en función de los niveles de creatinina. En un grupo de niños se se extrajeron muestras sanguíneas para determinación mediante PCR de la expresión genética de genes relacionados con las catecolaminas.
Resultados. Ciento cincuenta y nueve niños completaron el protocolo. Los niños con SAHS presentaron niveles significativamente mayores de adrenalina y noradrenalina urinariaa pero no de dopamina en comparación con con niños roncadores habituales (noradrenalina: 40.1 +/- 24.7 ng/mg creatinina vs. 31.6 +/- 16.2 ng/mg creatinina, P < 0.01; adrenalina: 6.4 +/- 10.5 ng/mg vs. 4.5 +/- 0.5 ng/mg, P < 0.01). Se observó una correlación positiva entre los valores de adrenalina y noradrenalina y los índices polisomnográficos, pero no se observó efecto de la obesidad en los niveles de catecolaminas. Además, la expresión de varios genes principales relacionados con la síntesis y transporte de catecolaminas así como receptores selectivos fueron compatibles con una mayor biodisponibilidad de catecolaminas.
Conclusiones. En niños con SAHS, los valores urinarios matutinos de adrenalina y noradrenalina fueron significativamente mayores que en aquellos niños sin SAHS y se correlaciona con la gravedad de la enfermedad. Los patrones de expresón génica son acordes a estos hallazgos. Los niveles urinarios de catecolaminas no parecen estar influenciados por la presencia de obesidad. Por tanto, la actividad simpática alterada en los pacientes con SAHS parece que ocurrre independientemente de la presencia de obesidad.