Das S; Mindell J; Millet GC; Ofer D; Beck SE; Mason TBA; Brooks LJ; Traylor J; Marcus CL. Pediatric polysomnography:the patient and family perspective. J Clin Sleep Med 2011;7(1):81-87.

Objetivos. La polisomnografía es la prueba gold-standard para el diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño en la infancia. Sin embargo, exige permanecer una noche en el laboratorio de sueño y conectar al paciente a múltiples sensores. Se desconoce el impacto a largo plazo de esta prueba en el niño y la familia. La hipótesis de trabajo es que la polisomnografía no precipita efectos psicológicos agudos o crónicos en los niños.
Métodos. En una cohorte consecutiva de niños que habían sido sometidos a estudios de sueño de 2 a 4 meses previamente a la intervención se les realizó un cuestionario por vía telefónica.
Resultados. De las 118 familias elegibles, se pudo contactar con el 67% y aceptaron participar. El 87% de las respuestas refirieron la experiencia como satisfactoria (puntuación media de escala tipo Likert 8.6 ± 2.0 [SD] en una escala de 1-10). Niveles similares de satisfaccón se recogieron de los padres de niños con retraso del desarrollo o menores de 3 años. El sueño nocturno fue considerado típico en el 68% de los casos. El sueño presentó menos probabilidades de ser típico en menores de 3 años (47%, p = 0.043). Un 8% de los niños experimentaron dolor durante el estudio. Según referencia de los padres, en aquellos niños que fueron capaces de recordar la prueba, el 84% tenía recuerdos positivos. Ningún niño presentó alteraciones psicológicas a largo plazo.
Conclusiones. La gran mayoría de niños y familias encontraron la experiencia de la polisomnografía como satisfactoria, sin secuelas psicológicas. Sin embargo, muchos niños, especialmente los menores de 3 años, demostraron patrones de sueño diferentes de su sueño habitual. La relevancia clínica de este hallazgo justifica nuevos estudios. También son necesarias nuevas pruebas para establecr que este estudio es generalizable.