Karim M. Awad, Amy A. Drescher, Atul Malhotra and Stuart F. Quan. Effects of exercise and nutritional intake on sleep architecture in adolescents. Sleep and Breathing.DOI: 10.1007/s11325-012-0658-6

Introducción. Pocos estudios han evaluado la relación entre arquitectura del sueño e índice de masa corporal (BMI), nutrición y actividad física en niños.
Objetivos. Estudiar la relación entre arquitectura del sueño, dieta y ejercicio.
Métodos. Participaron 319 niños caucásicos e hispanos de edades comprendidas entre los 10 y 17 años integrantes del estudio Tucson Children’s Assessment of Sleep Apnea. Los niños y sus padres completaron varios cuestionario sobre hábitos dietéticos, cantidad de actividad física y hábitos de sueño. Se realizó una polisomnografía domiciliaria a cada niño para caracterizar el sueño.
Resultados. Se observaron correlaciones bivariantes significativas entre el porcentaje de sueño II y las siguientes variables: BMI (r = 0.246, p < 0.01), gasto de energía recreacional estimado (r = 0.205, p < 0.01), actividad vigorosa (r = 0.130, p = 0.009) y actividad total estimada (r = 0.148, p = 0.009). En niñas se observó una correlación significativa entre estadio II de sueño y score de BMI (r = 0.279, p < 0.01). También en niñas hubo una correlación significativa entre porcentaje de fase de movimientos oculares rápidos (REM) e ingesta total de grasa (r = −0.168, p = 0.039). En niños, se observó correlación significativa entre porcentaje de fase II y las siguientes variables:BMI score (r = 0.218, p = 0.005), gasto de energía recreacional estimado (r = 0.265, p = 0.001), actividad vigorosa (r = 0.209, p = 0.008) y actividad total estimada (r = 0.206, p = 0.010). Cuando se controló para el percentil de BMI para la edad, se observaron correlaciones bivariantes entre porcentaje de sueño REM e ingesta total de grasa en niños (r = 0.176, p = 0.034).
Conclusiones. El ejercicio y el BMI se asociaron con incremento de la fase II de sueño. En niñas, la ingesta total de grasa se asoció con reducción del sueño REM, mientras que en niños (después de controlar para percentil de BMI para edad), la ingesta total de grasa se correlacionó con el sueño REM.