Cuestionarios

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Alteraciones del sueño en los trastornos del espectro autista

Posted by R. Ugarte on 01 Dic 2009 | Tagged as: Actigrafía, Agenda de sueño, Autismo, Cuestionarios, Insomnio, Niño

Souders MC; Mason TBA; Valladares O; Bucan M; Levy SE; Mandell DS; Weaver TE; Pinto-Martin D. Sleep behaviors and sleep quality in children with autism spectrum disorders. SLEEP 2009;32(12):1566-1578.

Objetivos: (1) Comparar las conductas de sueño de niños con trastorno del espectro autista (TEA) con conductas de sueño de desarrollo típico (DT) en los niños usando el custionario Children’s Sleep Habits Questionnaire (CSHQ); (2) comparar la calidad del sueño-definido como actividad media, latencia de sueño, número de despertares, eficiencia de sueño y tiempo total de sueño- de una cohorte de niños con TEA y DT, valorado mediante actigrafía durante diez noches y (3) estimar la prevalencia de alteraciones del sueño en el TEA y DT.
Métodos. Estudio descriptivo. Los pacientes fueron seleccionados del Centro Regional de Autismo (Philadelphia). La cohorte de TEA estaba integrada por 59 niños, de edades comprendidas entre los 4 y 10 años (26 con autismo, 21 con trastornos generalizados del desarrollo no especificado [PDD-NOS] y 12 con Asperger ) y se compararon con 40 DT de sujetos controles el CSHQ, las agendas de sueño y 10 noches de actigrafía usando el algoritmo de Sadeh.
Resultados. El CSHQ mostró que las alteraciones del sueño eran referidas por el 66.1% de los padres de niños con TEA (62.5% autismo, 76.2% PDD-NOS, 58.3% Asperger) y por el 45% de los padres del grupo control. Los datos actigráficos mostraron que el 66.7% de los niños con TEA (75% autismo, 52.4% PDD-NOS, 75% Asperger) y el 45.9% del grupo control presentaban alteraciones del sueño.
Conclusiones. La prevalencia estimada de 45% de alteraciones moderadas del sueño en población de desarrollo normal pone de manifiesto que el sueño pediátrico es un problema de salud pública. La prevalencia estimada del 66% de alteraciones moderadas del sueño en la cohorte con TEA infraestima el significado de los problemas de sueño que estas familias tienen que afrontar. Las alteraciones de sueño predominantes en niños de la cohorte con TEA fueron el insomnio al inicio de sueño y el insomio debido a trastornos generalizados del desarrollo.

Trastornos del sueño y enfermeda renal crónica

Posted by R. Ugarte on 13 Sep 2009 | Tagged as: Adolescente, Cuestionarios, Niño, SPI y MPE

Rajiv Sinha, Ira D. Davis, and Mina Matsuda-Abedini. Sleep Disturbances in Children and Adolescents With Non–Dialysis-Dependent Chronic Kidney Disease. Arch Pediatr Adolesc Med. 2009; 163:850-855.

Introducción. En adultos con enfermedad renal crónica (ERC) se ha documentado la presencia frecuente de trastornos del sueño pero los datos pediátricos son escasos. El objetivo del estudio es conocer la prevalencia de los trastornos del sueño en niños y adolescentes con ERC no dependientes de diálisis.
Métodos. Estudio prospectivo basado en cuestionarios realilzado en una unidad de nefrología pediátrica. Participaron niños y adolescentes de edades comprendidas entre los 6 y 18 años con ERC no dependientes de diálisis. Se incluyeron transplantados renales con más de tres meses desde el transplante. Se realizó un cuestionario de sueño pediátrico validado. Se valoraron cuatro aspectos de trastornos del sueño: trastornos respiratorios durante el sueño, síndorme de piernas inquietas/movimiento periódicos de extremidades (SPI/MPE), insomnio y somonolencia diurna. Los resultados positivos a cualquiera de estos trastornos se consideraba como un trastorno del sueño.
Resultados. A un total de 49 niños con ERC no dependientes de diálisis (30 sin transplante renal y 19 con transplante renal; edad media 14 años, rango 6-18 años) se les administró un cuestionario validado sobre sueño pediátrico. El 71% (n=35) de los pacientes fueron varones y al 37% (n=18) se les identificó un trastorno del sueño. El 40% (n=12) perteneción al grupo con ERC no transplantados y el 32% (n=8) al grupo con ERC transplantado. El trastorno del sueño más común fue SPI/MPE afectando al 27% (n=8) del grupo con ERC no transplantado y al 32% (n=6) del grupo con ERC transplantado. No hubo correlación entre el estadío de ERC y la prevalencia de trastornos del sueño (P=0.22).
Conclusiones. Las alteraciones del sueño estuvieron presentes en más de un tercio de la población de estudio y el más común fue SPI/MPE. Los pediatras deben conocer la relativamente alta incidencia de trastornos del sueño en niños y adolescentes con ERC.

Cansancio prolongado. Relación con el sueño y otros factores

Posted by R. Ugarte on 23 Jul 2009 | Tagged as: Adolescente, Cuestionarios, Niño

Robert J. Bakker, Elise M. van de Putte, Wietse Kuis, Gerben Sinnema. Risk Factors for Persistent Fatigue With Significant School Absence in Children and Adolescents. Pediatrics 2009; 124 (1):e89-e95

Objetivo. Valorar niños y adolescentes remitidos por cansancio intenso, examinar que factores pueden ser identificados en la primera visita y cuales predicen una mala evolución al año.
Métodos. Noventa y un pacientes, de dedas comprendidas entre los 8 y 18 años, completaron un cuestionario sobre sueño, síntomas somáticos, actividad física y cansancio. Fueron reevaluados 12 meses más tarde. Los resultados basales y de seguimiento se analizaron mediante análisis de regresión logística univariable con cansancio persitente e intenso (si/no) y absentismo escolar duradero (si/no) como variables dependientes y los resultados basales como variables independientes.
Resultados. Después de 12 meses, el 50.6% de los niños y adolescentes experimentaron mejoría, el 29.1% tenía cansancio persistente y el 20.3% cansancio persistente sin absentismo escolar significativo. Los factores relacionados con mala evolución fueron los problemas de sueño (odds ratio [OR]: 1.4 [95% intervalo de confianza (CI): 1.1–1.8]), puntuación inicial de cansancio (OR: 1.1 [95% CI: 1.0–1.2]), malestar somático como tiritonas (OR: 1.9 [95% CI: 1.2–3.0]), visión borrosa (OR: 2.1 [95% CI: 1.1–4.0]), dolor en extremidades (OR: 2.0 [95% CI: 1.0–3.2]), dolor de espalda (OR: 1.8 [95% CI: 1.0–3.2]), estreñimiento (OR: 1.7 [95% CI: 1.0–2.7]) y fallos de memoria (OR: 1.8 [95% CI: 1.0–3.2]). La resolución del cansancio se asoció con sexo masculino (OR: 5.0 [95% CI: 1.6–15.5]) y estilo de vida con actividad física (OR: 1.3 [95% CI: 1.1–1.5]).
Conclusiones. La valoración de los factores predictivos en la primera visita posibilita al pediatra identificar a aquellos pacientes con cansancio intenso que están a riesgo de mala evolución. Ser chica, mala calidad del sueño, inactividad física y quejas somáticas específcas fueron factores predictivos importantes.

Cambios conductuales a largo plazo tras adenoamigdalectomía

Posted by R. Ugarte on 22 Jul 2009 | Tagged as: Adenoamigdalectomía, Cuestionarios, SAHS, TDAH

Julie L. Wei, Justin Bond, Matthew S. Mayo, Holly J. Smith, Matt Reese, Robert A. Weatherly. Improved Behavior and Sleep After Adenotonsillectomy in Children With Sleep-Disordered Breathing: Long-term Follow-up. Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 2009; 135:642-646.

Objetivo. Determinar si los cambios que se han publicado previamente en niños después de la adenoamigdalectomía por trastornos respiratorios del sueño se mantienen a lo largo del tiempo usando el Pediatric Sleep Questionnaire (PSQ) y la escala Conners Parent Rating Scale-Revised: Short Form (CPRS-R:S).
Diseño. Estudio prospectivo no aleatorizado en centro de cirugía ambulatoria vinculado a un hospital universitario.
Métodos. Se dispusieron de datos de seguimiento a largo plazo (rango entre 2.4 y 3.6 años) de 44 de 71 pacientes del estudio inicial que comparaba PSQ y CPRS-R:S antes y a los 6 meses de la cirugía. Los padres completaron el PSQ y la CPRS-R:S como mínimo dos años después de la cirugía. Se determinó en cada paciente los datos de seguimiento del PSQ y los cambios en el seguimiento a largo plazo de las 4 categorías del CPRS-R:S (conducta oposicional, problemas cognitivos o inatención, hiperactividad y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Se usaron modelos lineales mixtos para análisis de datos.
Resultados. Globalmente, a lo largo del tiempo, la mayoría de las variables permanecieron por debajo de los niveles basales (P>0.05). Hubo un incremento significativo en los valores del PSQ en el periodo de seguimiento pero que no alcanzaron los niveles basales. Comparando el seguimiento a corto plazo con el seguimiento a largo plazo, las puntuaciones de Conners en todas las categorías de conducta no presentaron incremento significativo (Índice TDAH, P = 0.61; problemas cognitivos o inatención, P = 0.02; hiperactividad, P < 0.001; y conducta oposcional, P < 0.001). El índice TDAH en el seguimiento a largo plazo no difirió del basal, hallazgo que puede atribuirse a la gran grado de variabilidad de esta mediad.
Conclusiones. La mejoría en sueño experimentada por los niños sometidos a adenoamigdalectomía por trastornos respiratorios durante el sueño no fue tan importante a los 2.5 años después de la cirugía como lo fue a los 6 meses postcirugía pero fueron significativa comparando con los valores basales. Las mejoras en conducta fueron mantenidas en todas las categorías de la escala de Conners excepto para el índice TDAH.

Hábitos de sueño y rendimiento académico en adolescentes

Posted by R. Ugarte on 20 Jul 2009 | Tagged as: Adolescente, Cuestionarios, Siesta

Arne H Eliasson, Christopher J Lettieri, Arn H Eliasson. Early to bed, early to rise! Sleep habits and academic performance in college students. Sleep Breath, July 15, 2009.

Objetivo. Estudios previos han puesto énfasis en la necesidad de una cantidad adecuada de tiempo de sueño para el rendimiento escolar. Investigamos la importancia relativa del tiempo total de sueño comparada con los horarios de acostarse y levantarse en el rendimiento académico.
Métodos. Se recogió información mediante un custionario a estudiantes en octubre de 2007. El cuestionario recogió información detallada sobre hábitos de sueño, incluyendo siestas, causas de pérdida de sueño, resultados académicos, hábitos de estudio, tiempo destinado a trabajo fuera de la escuela y uso de estimulantes.
Resultados. Comparados los estudiantes de menor rendimiento académico con los de mayor rendimiento estos se acostaban antes (p = 0.05) y se levantaban antes (p = 0.008). Las siestas tendieron a ser más habituales en los estudiantes con rendimiento académico alto (p = 0.07). Es de reseñar que que no hubo diferencias significativas en el tiempo total de sueño con o sin siestas, hábitos de fines de semana, tiempo de estudio, sexo, raza, razones para acostarse tarde, uso de bebidas cafeinadas, estimulantes de libre dispensación (OTC) o uso de estimulantes bajo prescripción médica.
Conclusiones. Los horarios de acostarse y levantarse se correlaciones más estrechamente con el rendimiento académico que el tiempo total de sueño y otros factores relevantes. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes en programas tendentes a mejorar el rendimiento académico mediante habitos de sueño adecuados.

Enfermedades alérgicas y sueño

Posted by R. Ugarte on 27 Abr 2009 | Tagged as: Cuestionarios, Niño, Parasomnias

J Wasilewska, M Kaczmarski, PT Protas, M Kowalczuk-Kryston, B Mazan, M Topczewska. [Sleep disorders in childhood and adolescence, with special reference to allergic diseases]. Pol Merkur Lekarski, March 1, 2009; 26(153): 188-93.

Objetivo. Las enfermedades alérgica tienen gran impacto sobre la calidad de vida. El propósito de este estudio fue comparar los parámetros de sueño en niños con alergia y sin alergia.
Material y métodos. Se utilizó el Pediatric Sleep Quiestionnaire para valorar la calidad de sueño en 202 participantes en un estudio prospectivo de 3 años de duración: 122 hospitalizados (edad media 7.9 +/- 4.7) (F/M 75/47) debidos a alérgia (n = 70) o a causas no alérgicas (n = 52), y 80 niños sanos (edad media 6.3 +/- 5.0) (F/M 36/44). De los 70 participantes alérgicos, 26 tenían dermatitis atópica (SCORAD > o = 20); 25 asma (criterios GINA) y 19 alergia alimentaria IgE-dependiente confirmada mediante test de provocación oral. De los 52 pacientes no alérgicos, 31 tenían enfermedad por reflujo gastroesofágico y 21 infecciones respiratorias recurrentes
Resultados. El grupo de pacientes necesitó de manera significativa más tiempo para quedarse dormido que el grupo control (17.9 +/- 13.7 vs 12.8 +/- 8.5 min; p < 0.004). Los niños con alergia a alimentos y dermatitis atópica presentaron los mayores problemas para conciliar el sueño (21.4 +/- 13.8 vs 12.8 +/- 8.5 min; p < 0.006) y 20.4 +/- 14.9 vs 12.8 +/- 8.5 min; p < 0.024). El número de noches sin despertares nocturnos fue menor en el grupo de estudio que en los controles (3.5 +/- 2.6 vs 5.0 +/- 2.7; p < 0.0002). La dermatitis atópica y la alergia a alimentos fuerno las condiciones que más predispusieron a alteraciones del sueño. El ronquido estuvo presente en el 43.4% de los pacientes y y en el 6.4% de los controles (p < 0.0001), siendo significativamente más frecuente en niños con asma e infecciones recurrentes del tracto respiratorio. La enfermedad alérgica fue un factor de riesgo de ronquido (OR–2.94; 95%CI–1.72-5.05; p < 0.001). Un 91 % de los padres no informaron a sus médicos de la mala calidad de sueño de sus hijos.
Conclusiones. Las enfermedades alérgicas se acompañan de diferentes alteraciones del sueño, incluídas disomnias y parasomnias. , por ejemplo, resistencia a acostarse, sueño fragmentado o trastornos respiratorios durante el sueño. Los médicos deben prestar atención a la calidad del sueño en niños con enfermedades alérgicas, independientemente cual sea el organo de afectación: piel (dermatitis atópica), tracto respiratorio (asma) o sistema alimentario (alergia alimentaria).

Síndrome de Down y sueño

Posted by R. Ugarte on 24 Mar 2009 | Tagged as: Cuestionarios, Niño, Parasomnias, SAHS, Somnolencia

M Carter, E McCaughey, D Annaz3 C M Hill. Sleep problems in a Down syndrome population. Archives of Disease in Childhood 2009;94:308-310.

Objetivo. Conocer la prevalencia de los trastornos del sueño en niños con síndrome de Down.
Diseño. Estudio de prevalencia en una población de 100.00 niños de Inglaterra.
Participantes. Cincuenta y ocho niños con síndrome de Down con edades de 0.65 a 17.9 años (edad media 8.6 años).
Intervención. Cuestionario de Habitos de Sueño Infantil (Child sleep Habits Questionnaire).
Resultados. Comparando con los datos publicados en países desarrollados, los niños con síndrome de Down presentan más resistencia a la hora de acostarse, ansiedad de sueño, despertares nocturnos, parasomnias, trastornos respiratorios durante el sueño y somnolencia diurna. Entre los niños de cuatro año de edad o mayores, el 66% rara vez se queda dormido en sus camas, el 55% presenta un sueño intranquilo y el 40% se despierta como mínimo una vez durante la noche. Muy destacable es el dato de que el 78% parecen cansados durante el día como mínimo dos días a la semana, lo que sugiere un sueño inadecuado.
Conclusiones. Las familias refieren de manera universal problemas de sueño en niños de edad escolar con síndrome de Down. Los pediatras deben preguntar de manera rutinaria sobre sueño y conducta en estos niños.

Escala de somnolencia en niños con SAHS

Posted by R. Ugarte on 18 Mar 2009 | Tagged as: Cuestionarios, Niño, SAHS

EY Chan, DK Ng, CH Chan, KL Kwok, PY Chow, JM Cheung, SY Leung. Modified Epworth Sleepiness Scale in Chinese children with obstructive sleep apnea: a retrospective study. Sleep Breath, March 1, 2009; 13(1): 59-63.

Objetivos. El propósito de estes estudio es valorar si los niños chinos con valores altos del índice apnea-hipopnea (IAH) tienen más somnolencia usando un Escala de Somnolencia de Epworth (ESE) modificada.
Materiales y métodos. Se valoraron retrospectivamente todos los registros. Se incluyeron a niños con edades comprendidas entre los 3 y 12 años, ingresados para realización de polisomnografía nocturna por sospecha de SAHS. Se utilizó un test modificado de la ESE para valorar excesiva somnolencia diurna.
Resultados. Se incluyeron 192 niños. Los niños con IAH alto, definido como IAH mayor de 5.0 fueron más somnolientos que los niños con un IAH igual o inferior a 5. Después de ajustar por edad, sexo y obesidad, los niños con un alto IAH tuvieron más somnolencia de manera significativa. La ESE modificada se correlacionó significativamente con el IAH (rho = 0.124, 95% CI = 0.004-0.281). La puntuación mayor a 8 en la ESE modificada fue el mejor punto de corte con sensibilidad y especificidad de 0.29 y 0.91 respectivamente. La odds ratio de niños con ESE modificada mayor de 10 que presentaban IAH alto fue 4.231 (95%CI = 1.248 to 14.338) y niños con ESE modificada mayor de 8 presentaron la odds ratio más alta 4.295(95%CI = 1.66 to 11.1).
Conclusión. Los niños chinos con IAH alto parece ser más somnolientos que niños con bajo IAH. Niños con sospecha de SAHS y valores altos en la ESE modificada, por ejemplo, mayor de 8, tuvieron de manera significativa odds ratiso más altas para tener IAH alto. La excesiva somnolencia diurna es un síntoma específico pero no sensible en niños roncadores con IAH alto. El despistaje de la excesiva somnolencia diurna en niños roncadores puede ayudarnos a identificar a aquello con IAH alto y priorizar el tratamiento de estos niños.

Cuestionario de sueño para niños con autismo

Posted by R. Ugarte on 24 Ene 2009 | Tagged as: Autismo, Cuestionarios, Niño

Beth A. Malow, Crystal Crowe, Lynnette Henderson, Susan G. McGrew, Lily Wang, Yanna Song, and Wendy L. Stone. A Sleep Habits Questionnaire for Children With Autism Spectrum Disorders. J Child Neurol, Jan 2009; 24: 19 - 24.

Introducción: son comunes los problemas de sueño en niños con trastornos del espectro autista (TEA), siendo la mala higiene de sueño un factor importante.
Objetivo. Desarrollo del cuestionario Family Inventory of Sleep Habits para medir la higiene de sueño en estos niños.
Métodos. Se describe la validez y fiabilidad del cuestionario en dos grupos de niños de edades comprendidas entre 4-10 año, unos con diagnóstico de TEA y otros de desarrollo normal. En ambos grupos las puntuaciones total y modificada (reflejando subescalas de insomnio) del Children’s Sleep Habits Questionnaire mostró correlación negativa significativa con la puntuación total. El Peabody Picture Vocabulary Test-III se correlacionó significativamente con la puntuación total en niños con TEA pero no en niños con desarrollo normal. No hubo correlación significativa en ambos grupos en las variables de edad y estatus económico.
Conclusión. Este trabajo preliminar sugiere que el cuestionario Family Inventory of Sleep Habits es un custionario válido y fiable para medir la higiene del sueño en niños con TEA.

Alteraciones del sueño en adolescentes

Posted by G. Pin on 15 Ene 2009 | Tagged as: Adolescente, Cuestionarios, Insomnio

Cohrs S, Stoll C, Erb J , Szagun B. Sleep Disturbance in Adolescents: Risk Factors of a Representative Study. JSR .2008, 17(Suppl. 1):140.

Objetivo: Identificar factores de riesgo (status socioeconómico, conductuales…) de alteraciones del sueño en adolescentes.
Método: Evaluación mediante cuestionarios, exploración física y cuestionarios a los padres (Strength and Difficulties Questionnaire and the Social Class Index) en una muestra de 546 adolescentes de una edad media de 14.7 años de la ciudad de Stuttgart en Alemania.
Resultados:
-Presentan dificultades de inicio de sueño: 23%.
-Tienen dificultades en el mantenimiento del sueño: 11,2 %.
-Tienen sensación de fatiga diurna: 10,4 %.
-Las mujeres tienen mayor prevalencia de insomnio: (p<0,001)
-Los insomnes duermen menos (7,15 +/- 1,51) que los no insomnes (8,26 +/- 2,0):p<0,001.
-Un status socioeconómico bajo se asocia a una mayor frecuencia de dificultad de mantenimiento del Sueño (p<0,02).
-El fumar se relaciona con mayor incidencia de insomnio (de mantenimiento y de inicio): p < 0,001.
-La visión diaria de TV se relaciona con el insomnio (p <0,02):
Menos de una hora diaria de TV: 6 %.
De 1-2 horas: 9,6 %.
Más de 2 horas: 15,2 %.
-Insomnio y uso del teléfono móvil:
Adolescentes que no usan móvil: 5,5 % de insomnes.
Uso > 1 hora diaria de móvil: 13 %, p<0,05.
-También se encontraron una mayor frecuencia de problemas con el Sueño entre los que sufrieron algún tipo de violencia (p<0,05), dolor en los últimos tres meses (p<0,02) y entre aquellos que tenían elevados niveles de hiperactividad (p<0,03). Entre los que informaron de problemas emocionales se observó una frecuencia de entre dos y tres veces más problemas del sueño (p<0,001).
Conclusión: Estos factores deben tenerse en cuenta a la hora de planificar el tratamiento y las medidas preventivas.

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