Lunes, Mayo 19th, 2008

Autismo, retraso del desarrolo y sueño

R. Ugarte 19 May 2008 | : Autismo, Niño

Krakowiak P, Goodlin-Jones B, Hertz-Piccioto I, LA Croen LA, Hansen RL. Sleep problems in children with autism spectrum disorders, developmental delays, and typical development: a population-based study. J Sleep Res. 2008; 17(2): 197-206.

En este estudio se comparan las características del sueño de niños con edades comprendidas entre 2 y 5 años, referidas por las familias, de niños con trastornos del espectro autista (TEA), retaso psicomotor (RPM) y niños normales.
Se incluyeron en el estudio 529 niños (303 con TEA [167 varones], 63 con RPM [46 varones] y 163 niños sin trastornos del desarrollo [134 varones]) participantes del estudio CHARGE, estudio poblacional de casos y controles. La edad media de los participantes fue de 3.6 años (0.8 años SD).
El diagnóstico de TEA fue confirmado mediante Autism Diagnostic Interview-Revised (ADI-R) y Autism Diagnostic Observation Schedules (ADOS). Las funciones cognitivas y adaptativas fueron valoradas usando la escala de aprendizaje de Mullen (Mullen Scales of Early Learning, MSEL) y las escalas de Vineland (Vineland Adaptive Behavior Scales,VABS), respectivamente.
Los datos demográficos, médicos y de sueño fueron obtenidos del registro de nacimientos de California, de las historias clínicas, de contactos telefónicos, de las visitas médicas y de los cuestionarios realizados por los padres.
El 53% de los niños con TEA tuvieron un problema frecuente de sueño, siendo del 46% para los niños con RPM y 32% para los niños sin retraso del desarrollo (niños normales)(p<0.0001).
Los dos factores más relevantes obtenidos de la historia clínica fueron: inicio de sueño y despertares nocturnos. Los niños con TEA presentaron puntuaciones ligeramente mayores para el inicio de sueño e importantes para los despertares nocturnos comparando con los niños sin retraso del desarrollo. Los niños con RPM tuvieron para estos factores unos valores intermedios entre los niños con TEA y los normales. El desarrollo cognitivo y adaptativo de los niños con TEA no predice la severidad de los trastornos del sueño.