Marzo 2011

Monthly Archive

Relaciones entre inflamación sistémica nocturna y resistencia a la insulina en niños con SAHS

I. Cruz 08 Mar 2011 | : SAHS

Deboer MD, Mendoza JP, Liu L, Ford G, Yu PL, Gaston BM. Increased systemic inflammation overnight correlates with insulin resistance among children evaluated for obstructive sleep apnea. Sleep Breath Date: 2011 Mar 1.

Introducción y objetivo. El SAHS en niños se asocia con obesidad, resistencia a la insulina y un nivel inflamatorio elevado medido por la PCR de alta sensibilidad ( hsPCR) . El objetivo de este estudio fue evaluar el incremento en la inflamación a lo largo de la noche en niños sospechosos de padecer SAHS y determinar si la inflamación se relaciona con el grado y la severidad del SAHS, la obesidad y/o la resistencia a la insulina.
Material y métodos. Se realizó un estudio de sueño a 23 niños con una sospecha clínica de SAHS. Se midieron los niveles de hsPCR la tarde antes y la mañana tras el estudio de sueño.
Se obtuvieron también los niveles de insulinemia y glucemia, y se determinaron a partir de ellos el modelo de resistencia a la insulina (HOMA-IR). Se llevaron a cabo correlaciones lineales para evaluar las relaciones entre los niveles basales de hsPCR y sus cambios a lo largo de la noche ( i-hsPCR) vs HOMA-IR, el valor z del índice de masa corporal (IMC ) y diversos parámetros del estudio del sueño, incluyendo el índice de apnea/hipopnea (IAH) y la saturación media de oxígeno ( sat O2) .
Resultados. Entre los niños con SAHS, y en todos los niños, los valores de la PCR se correlacionaron con el HOMA-IR y los valores del IMC. El HOMA-IR pero no el valor z del IMC se correlacionó con el i-hsPCR en la cohorte completa. Los parámetros del estudio de sueño, incluyendo el IAH, la media de satO2 durante la noche y el nadir de O2 en fase REM y noREM no se correlacionaron con el hsPCR ni con el i-hsPCR.
Conclusiones. Entre los niños que fueron evaluados por sospecha clínica de SAHS, el grado de resistencia a la insulina puede ser un determinante importante del aumento de inflamación sistémica durante la noche. Los parámetros del estudio de sueño no de correlacionaron con el i-hsPCR, manteniendo de esa forma la incertidumbre sobre el papel del SAHS en el incremento de la inflamación nocturna. Son necesarios nuevos estudios para explorar dichas asociaciones y sus potenciales mecanismos.

Efectos sobre el sueño, pubertad y salud mental del tratamiento prolongado con melatonina en niños con insomnio de inicio

I. Cruz 04 Mar 2011 | : Insomnio, Melatonina

van Geijlswijk IM,Mol RH,Egberts TCG,Smits MG. Evaluation of sleep, puberty and mental health in children with long-term melatonin treatment for chronic idiopathic childhood sleep onset insomnia. Psychopharmacology (Berl) Date: 2011 Feb 22.

Objetivos. Establecer si el uso prolongado de la melatonina influye en el desarrollo puberal, la calidad del sueño y la salud mental en niños comparados con la población alemana normal, de su misma edad.
Material y métodos. Estudio prospectivo de niños incluidos en un ensayo previo sobre dosificación de melatonina. Los resultados se midieron usando cuestionarios (Strenght and Dificulties Questionnaire – SDQ-, Children´s Sleep Habits Questionnaaire – CSHQ- ) y el estadiaje de Tanner adaptados para los niños alemanes. La duración media de la terapia, la persistencia del efecto, los eventos adversos y otras razones conducentes al cese de la terapia fueron objetivos adicionales de este estudio.
Resultados. Los 51 niños participantes tomaron melatonina durante una media de 3,1 años (1,0-4,6 años), con una dosis media de 2,69 mgrs (0,3-10 mgrs). La media de puntuaciones del SDQ, CHSQ y del estadiaje de Tanner no difirieron de forma estadísticamente significativa de las puntuaciones publicadas para la población alemana de la mima edad y sexo.
Conclusiones. Este estudio demuestra, según los autores, que el tratamiento con melatonina en niños puede mantenerse por un prolongado periodo de tiempo sin una afectación sustancial del desarrollo de los niños en lo concerniente a la calidad del sueño, desarrollo puberal y salud mental, en comparación con la población de referencia.

¿Puede predecirse la cataplejia en los niños con narcolepsia?

I. Cruz 04 Mar 2011 | : Narcolepsia

Nevsimalova S, Jara C, Prihodova I, Kemlink D, Sonka K, Skibova J.Clinical features of childhood narcolepsy. Can cataplexy be foretold? Eur J Paediatr Neurol Date: 2011 Feb 21.

Introducción. La narcolepsia es una enfermedad crónica caracterizada por una regulación anómala del ciclo de sueño-despertar y un incremento en la profundidad del sueño REM. En los niños la narcolepsia sin cataplejía es más frecuente que en los adultos. El objetivo de este estudio fue evaluar los parámetros clínicos y polisomnográficos de niños con narcolepsia para verificar si se puede predecir la futura aparición de cataplejia.
Material y métodos. Se estudió a 30 pacientes (12 niños y 18 niñas) que comenzaron con síntomas de narcolepsia antes de los 18 años de edad. A todos ellos se les sometió a un examen clínico, polisomnografía nocturna (PSG) y un test de latencias múltiples del sueño (MSLT), a un estudio genético (determinación del HLA DQB1-0602), y a la mayoría de ellos, a una escala de Epworth de somnolencia (ESS). El análisis estadístico se realizó mediante el test de Fisher y la U de Mann-Whitney.
Resultados. La narcolepsia sin cataplejia (NsC) se diagnosticó en el 40% de los pacientes. La edad media de inicio de los síntomas fue de 14+/-3 años, y el diagnóstico se realizó a los 15,6+/-3,1 años. La narcolepsia se acompañó de alucinaciones hipnagógicas en 15/30 pacientes y de parálisis del sueño en 20/30 pacientes. Síntomas frecuentes fueron la inercia de sueño durante el despertar y problemas escolares y conductuales. El Indice de masa corporal (IMC) fue mayor en los pacientes con narcolepsia y cataplejia (NyC). Una mayor puntuación en la ESS fue indicativa de una excesiva somnolencia diurna (17,1+/-2,5). La media del MSLT fue de 4,0+/-3,1 minutos con 3,2+/-1,4 minutos en el inicio de los periodos de sueño REM (SOREMs), sin diferencias entre los 2 grupos de estudio. El tiraje HLA tampoco reveló diferencias. El grupo NyC mostró un mayor grado de insomnio y de estadío 1 del sueño superficial no-REM y un menor estadío 3 no-REM durante la PSG.
Conclusiones. La narcolepsia en la infancia ofrece escasa herramientas de predicción de la posterior aparición de cataplejia.

Coexistencia de trastornos del sueño y dificultades de alimentación

R. Ugarte 01 Mar 2011 | : Lactante

Tauman R, Levine A, Avni H, Nehama H, Greenfeld M, Sivan Y. Coexistence of Sleep and Feeding Disturbances in Young Children. Pediatrics. published 28 February 2011, 10.1542/peds.2010-2309

Objetivo. Insomnio conductual y dificultades en la alimentación son dos condiciones prevalentes en niños pequeños. A pesar de su naturaleza similar, etiología, prevalencia y edad de distribución, esta asociación entre estas dos alteraciones comunes en niños no ha sido estudiada.
Métodos. Se reclutaron a niños de edades comprendidas entre 6 y 36 meses con insomnio conductual o alteraciones de la alimentación. Se emplearon como controles a niños de 6 a 36 meses sanos que acudian a controles rutinarios. El sueño y la alimentación fueron evaluados mediante cuestionarios administrados por los padres.
Resultados. Se reclutaron 681 niños. De ellos, 58 presentaron insomnio conductual, 76 problemas de alimentación y 547 fueron controles. La edad media fue de 17.0 ± 7.6 meses. Los padres de los niños con problemas de alimentación consideraron a sus hijos como más problematicos para dormir de manera significativa comparados con los controles (37% vs 16%, P = .0001 [effect size (ES): 0.66]). Informaron de duración de sueño más corta y latencia de sueño retrasada en comparación con los controles (536 ± 87 vs 578 ± 88 minutos, P = .0001) y 9:13 ± 0.55 PM vs 8:26 ± 1.31 PM, P = .003). Los padres de niños con insomnio conductual describieron que la alimentación de sus hijos era un “problema” más frecuentemente que los controles (26% vs 9%, P = .001 [ES: 0.69]). Informaron que estaban más preocupados por el crecimiento de sus hijos (2.85 ± 1.1 vs 2.5 ± 1.0, P = .03) así como de mayor nivel de rechazo de alimentos que los controles (3.38 ± 0.54 vs 3.23 ± 0.44, P = .04).
Conclusiones. El sueño problemático y las conductas de alimentación tienden a coexistir en el inicio de la infancia. El aumento de la percepción de esta coexistencia por parte de los médicos podría permitir una intervención precoz y mejorar los resultados.

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